Es frecuente que algunas empresas se sientan “perdidas” a la hora de elegir a una empresa que gestione su comunicación. Basta con echar un vistazo a la red para darse cuenta de la existencia de centenares de agencias compitiendo ferozmente para conseguir un cliente. Durante años contratar un gabinete constituía un “privilegio” reservado a clientes con capacidad de contratación. Con el paso del tiempo han surgido centenares de agencias de comunicación que han diversificado el mercado con fees competitivos capaces de dar respuesta a necesidades de marcas con poco presupuesto.
Estos proveedores actúan como complemento a los departamentos de marketing internos, elaboran notas de prensa, buscan temáticas noticiables y ayudan a lograr visibilidad en noticias. Por el contrario, las grandes agencias suelen incluir servicios más extensos, se encargan de difundir comunicados, desarrollan campañas publicitarias, producen videos corporativos y organizan eventos presenciales.
Contratar a una agencia permite generar reputación, conseguir difusión y relevancia e interconectarte con el público a través de los medios. Además, se suele complementar las labores del director de marketing de la empresa representando un refuerzo en los procesos y equipos de comunicación.
Es importante que tenga en cuenta su grado de especialización y que piense en una relación de medio o largo plazo. Solicite una presentación personalizada e infórmese de sus resultados con otros clientes.
El presupuesto que una agencia establezca para sus clientes dependerá de variables tales como:
- Volumen de noticias y comunicados de prensa lanzados cada mes
- Nivel de cobertura
- Posible contratación de espacios para generar visibilidad
- Empleo de relaciones públicas con los medios
- Número de horas destinadas a reuniones presenciales y desplazamientos
- Horas invertidas en organización de ruedas de prensa
- Número de empleados o consultores asignados a la cuenta
 
	 
	 
	

